Malas Épocas

 

          Todos tenemos malas épocas, y en ellas, probablemente, malas compañías y/o formas deshilachadas de enfrentar la realidad del momento.

            Es menester entonces, viajar al pasado.

            Entenderlo.

            Desarmarlo.

            Que no ejerza más poder negativo sobre nosotros, corporizarlo como una cinta reeditada.

   Eso significa que el cuerpo comienza a moverse, sabiendo que la historia no le pertenece propiamente, sino que él pertenece a una de tantas historias.

Después...

quizás,

algún día,

has de estar preparado para cambiar el final de la.

 

Y.M.

                                                Agosto 2010.