Se gestan
desde el universo.
magistrados,
febriles,
títeres
no-individuales
que se sienten, se creen hechos de plata,
otros de oros;
pero ninguno posee
firma propia.
Propiciamente,
quizás, dirían algunos,
elegida por tus padres
entre un colectivo viviente
o una tendencia que te sujeta a ellos.
Algunos,
Los que nos reconocemos,
nos sonreímos a nosotros mismos
por ser el mismo,
lo mismo,
Lo eterno y lo infinito.
Te sostiene en los brazos,
Y tú, así mismo,
otorgas tus brazos
y eres tú,
igual,
en un rol, en el otro.
Se pasean,
entonces,
te acercas,
se mueven,
te invade-lo invades
se anda
y te andan…
Algo del camino,
toca tu cintura,
leve,
se va
se regresa,
te sonríes,
descubriendo arenas de vida,
y nuevamente,
leve
toca su cintura,
tú, la suya.
Yolanda Marín, 09/97.