INTRODUCCIÓN
Parece ser, que desde tiempo inmemoriables, según la información recolectada a través de esos tiempos, nos habla que desde la aparición del hombre, como ser en evolución, dentro del planeta Tierra, éste empezó a comunicarse con el Cosmos, con su interior, y con las demás formas de conciencia, incluyendo, por supuesto a los de su propia especie, a través de símbolos pictóricos; los cuales, al irse recreando, junto a la evolución del hombre, conformaron códigos definidos y ordenados de comunicación y expresión, que son lo que hoy conocemos como alfabetos y/o símbologías.
Las runas están consideradas como un antiguo alfabeto germánico; por lo tanto usado, tanto para la escritura, la adivinación como para fortalecer o sustanciar el vínculo con sus Dioses, por todas las comunidades que habitaban los suelos nórdicos de Europa, Escandinavia, Islandia, y las islas Británicas desde el año 100 A.C hasta el año 1600 D.C. En las viejas tradiciones nórdicas, la palabra runa, significa "texto", "letra" o "inscripción"; sin embargo, en el viejo alfabeto germánico, la palabra runa, tiene otro significado "secreto", "misterio". Las primeras apariciones de este alfabeto se dieron en las tribus alemanas que surcaron el este de Europa.
La leyenda cuenta, que el mismo Dios Odin, -Dios Central de la Mitología Nórdica-, para obtener un conocimiento superior que ayudase al resto de su especie, se colgó a sí mismo, boca abajo, en lo que ellos denominaban el "Árbol del Mundo” o Yggdrasil", después de nueve días y nueve noches, las Runas aparecieron bajo él; entonces, las tomó en sus manos y el poder de ellas, le fue transferido y obtuvo su poder. Este sacrificio fue un sacrifico de Dios a Dios, de sí mismo, como sujeto y objeto al mismo tiempo, y fusionándose con su parte oscura, el inconsciente. Entonces, Odin murió, habitando, entonces la esfera Pura de lo Divino, con este conocimiento y la visión que poseía, transmitió esta sabiduría a la Diosa Freya, y esta, a su vez, le transmitió el conocimiento de seidr. Como premio a este acto de incondicionalidad para beneficiar al colectivo, el Dios protector del Puente de Arcoiris, Heimdall, le entregó este conocimiento de la Runas a la humanidad.
Como las runas se esparcieron hacia el norte de Escandinavia algunos de estos símbolos se fusionaron con otros y el alfabeto quedó reducido a dieciséis runas. Tres invasiones importantes, la de los Anglo, la de los Sajones y la de los Jutes, llevaron