Cuando se tiene-n- -se siente-n-n que existen mil cosas por resolver, aunque sea con el calzón a medioquita´, se es capaz de retar al destino, a la Sra.de las Mil Caras, a quien no te ha visto llorar jamás, a los que quieren ocultar su pasión y embeleso gremial constante, sin horario dejándote en el pospuesto.
Irreconocible es para el ser humano ese néctar que unos Dioses desconocidos le ofrecen a los otros Dioses, los Orgullosos. Esa sustancia que" soterra a lo terreno", mientras uno continúa pensnadp en cómo hacerle zig-zag, y, entonces, al menos con el pensamiento se piensa que se ha sido capaz de retar a toda estructura que pretendía hacerte creer que no eras ese tú. que aún existe, y que no se tiene un tiempo propio, de uno, ni siquiera para morir o morirse –literalmente-. Imposible, pareciera, a veces, para algunos Dioses creer que quieres seguir de oportunidad en oportunidad, de tantas ya sumadas-, en esa esfera de los Paladines Atemporales de las Mil Caras; pero, la verdad es que cuando llegas ante ellos, casi nunca quieres desmembrar el cuerpo de la mente, dejarse ir...como qué para qué ahora...y los "que encabezan al tanatorio terrenal" saben que, ahora, en un punto, no habrá más regla de eximición, por lo tanto, no será aplicada a ti, tampoco. No cuando es determinante.
En ese momento último, la conciencia del incosnciente debe reconocerse a sí misma,y liberar los apegos de un porvenir de cualquier índole. Desde ahí, podrás alcanzar la plenitud de una salida airosa.