¡Qué Locura!

les estoy dando otra especie más  para condimentar el caldo que estamos haciendo; pero sólo eso, una especie más.  El caldo final será el de ustedes, y sólo ustedes decidirán qué hacer con él;  yo con el mío, hago múltiples mitosis, todo el tiempo que puedo, generando altos funcionamientos experienciales –sin pasarme, aunque, a veces, ellos buscan “pasarme a mí”; pero esto, al final, era otra proyección…y les dejo el beneficio de la duda, acerca de si me refiero a mi misma o a algo más inherente pero menos yoístico.

Mara, mi abuela, siguió profundizando en esos por qué que nos alejaban de parecer ser un producto de emociones o sentimientos sin coherencia para acercarse siempre a aquello que nos hacía asemejarnos al producto de algo que se desmembraba; a veces pretendiendo desaparecer, otras incrementarse –y sólo eso, transformarse-, desde esa filarmónica etérica, volverse “algo” Materia  una y otra vez; y quizás partes de un todo, a veces, in-conforme, inteligente, variable o arriesgado, en eso que somos ahora; y es que ella había encontrado que en el juego de la Mente Absoluta existía Intención; pero, aún no estaba segura si de una forma primaria y básica, sin más connotaciones o hilada y extravagante.

          Luego, me expuso, que podíamos ser el simple repliegue de una masa, que por sometimiento a factores externos, o leyes universales, se expandía.  Una bola de levadura que, simplemente expandió su energía por contención de elementos, y cual globo repleto de helio reventaba por limitación propia; que esponjábase en toda su capacidad y sin pretenderlo siquiera, estallaría, dando origen a sucesiones de argollas moleculares que originaron formas, cadenas de ADN primario, que, por supuesto, necesitarían de alimento.  Intercambio de energía entre cadenas para sostenerse en la creación y multiplicarse infinitamente sin reparo ni reposo, conteniendo el ADN Primigenio y traspolándose una y otra vez. Se deshacía, entonces, el Universo en nubes pespunteadas que, a su vez, darían origen a los múltiples centros de historias solares que hoy conformaban parte de este cuento que nos empezaron a relatar, después, muy a su manera, los personajes que se hacen llamar a sí mismos de la nueva era, -otro cuento que pretendieron endosarnos algunos-, el de la “nueva era” ¿qué se suponía  que tenía de nueva?, a excepción de lo tecno-científico;  venían a contarnos que los colores, vibraciones de la luz, eran magnificencias de salvación extraplanetaria; que los hacedores de Ovnis eran...¿qué habían dicho?, ¿hermanos mayores buscando nuestro beneficio?. Y aunque así hubiere sido ¡ni que  fuese tan sencillo liberarse de los patrones, las musas mustias y las cadenas-contratos (tendencias) a que la mente se había sometido en su re-evolución!, y, además, ¿desde dónde  empezarían a contarnos el cuento; ¿construyendo vida, a través del agua, en el Planeta Tierra?.  Por otro lado, y volviendo a lo de ¿“hermanos”?, si ni siquiera en lo “común”, actuábamos como hermanos; y otras veces, estos, ¡hasta se convertían en productos de abusos en la cadena familiar!, ¿nos creían tontos o qué?.  ¡Empecemos por nuestra cadena consecutoria!. En realidad, ninguno de estos personajes estaban seguros del fin ni el principio de su legado; si es que era permitido dejar alguno diferente al creíble por la mayoría, ya que entonces tendrían que cambiar las tendencias colectivas, lo cual permitiría que se empezaran a “veer” otras cosas y lo que conocemos como lo conocemos hoy, no existiría; así que parecía haber un interés político entre los Dioses, -los hacedores- también, en todo esto… Todo esto era mucho más que eso; la historia viva del ADN; y tú ya empezabas a intuirlo, conmigo a tu lado.

...................................................................................................continúa....................................................................

Páginas