33/13

Miércoles, Septiembre 2, 2015

Aquello que otorga, financia, gerencia y se apadrina desde la agencia principal del banco, además, con consentimiento, sello y firma del departamento Directivo, no se puede relegar, ni extraer o bromear sin bombear porque eso a lo que se ha pertenecido es el UNO de UNo.  Por lo tanto, no se puede anular la concesión, ni arrancar por dentalladas o a dentelladas los suspiros, las ausencias, las presencias; y tampoco se puede disgregar  del uno porque las trazas de esos sellos, los documentos estipulados, firmados, y, los componentes son de uno, y, por otro lado, han sido sometidos a Jucio de Altura; menos aún, se pueden desmentir, alienar, cuando ciertas tintas, indelebles, acometen y no se someten a desintegraciones y tampoco a escrutinio.   Va y pasa.  Pasa y va como el gusto o el disgusto mientras la muestra  de laboratorio sea suficiente para hacer la experticia.  Los pasados, las huellas, las trazas son el emblema del tránsito.  Los emblemas mutan, los logotipos se replanetean, los colores se avejentan, los matices se modifican, las urnas se cargan una y otra vez, la cremación se deja planificada.  Las muertes sustentan la vida hasta que la vida deja de ser muerte, renacimiento o instinto microsomal hepático, tiroideo o generalizado.

 Ahora, ya ni siquiera ellos, los eternos de una eternidad desvencijada, tienen algo que les pertenezca a los subastadores.  Ahora es de un beneficiario equis quien no sabe si esta subasta de bienes había sido propuesta por un intendente en medio de un incidente accidentado o se lo propuso éste a sí mismo en  un juego de molinos de viento por una independencia, largamente acariciada, pero llena de utopías rajantes y al mismo tiempo obligantes para no ir en pos de la cremación asumida.

Independientemente de la urgencia, si hay error o no, margen de ello, rajas en el metal de la vasija que apachurra las cenizas hay escarnio en el ambiente porque propiedades de alto valor han sido subastadas a precio bajo, han sido segregadas por el color a una raza disitintiva, no menos agraciada, tampoco más simpática; la negrura aplasta el azul, el calor y los ungüentos serán necesarios para sobrevivir al desierto; y necesitará usted, el señor, o la señora, los expropietarios de esas cajas fuertes, de unas llaves.

Las llaves  serán necesarias para recuperar de nuevo lo asentado, y protocolizarlo antes que otro oferte.  Puede que usted no esté en paz, señor, o señora, porque no ha tenido la llave, o porque ha sido el carcelario, porque es el preso de sus propios desparpajo o el preso de su propia continencia, pero eso es asunto de un alma peregrina que busca camino. Usted está dentro y las salidas, todas, un señor o señora las ha puesto con celosía y hermetismo bajo candado, necesitará, pues, de una llave, de la chispa flamante de un soplete, de una  llave de percusión, corrienti-ta, o tal vez, la de una “inglesa”; menos probable será que se requiera de llave excavadora, pero sépase que si usted firmó, selló y extendió el título de propiedad a otro, quizás nunca pueda recuperar el valor de lo otorgado, aún y cuando recupere la pieza según negociaciones, artimañas y desvelos.  Que el tema no es el fuego de los dioses caídos, ni el  reclamo por la disímil acción del funcionario para con la Principal, la generadora, y no asociada.  Sépase que La principal ha sido la amante de la filial porque ha sido la autopía del molino de viento.  La 33 no quiere ser la esposa de una filial que regresa el documento a la propietaria anterior, ahora en calidad de amante.  Ni quiere ser la utópica amante de sí misma o una Principal, sustentadora de la Agencia General.  Ni desea, que a ella, la 33, o la 13 de Siempre, de Nunca, de todos y de nadie, la encuentren y la asocien de nuevo a otro tiempo-s, a otro-s. 

Y para aquellos, que desde la butaca ven la historia del banquero, la banca, la bolsa, y pretenden llorar pensando en una demolición, en la caída, en los tantos miles de viernes, lunes o semanas negras, las que han de devenir aún, en celosías de los jugadores, de la bolsa, en desentendimiento de los roles, en concesiones inversosímiles, piensen, ahora. Piensen, como lo hago yo, y sépase que en lo irresoluto e inverosímil de cada una las filiales a las que se han acogido ellos o que los han escogido a ustedes en un momento determinado hay miles de molinos de viento o sombras no reconocidas o pretensiones maduras que perturban de repente porque no arriesgaron nada por esas filiales, tampoco.  Que las filiales se independizan a fuerza de sol y sol.

Que cuando una Principal quiere a sus filiales pasa de su desértica esencia con olor  autópico a marisma ensoñada.  Eso es.  Marisma. A ustedes,  se les dice, que cuando el banco aún es una de las filiales de una agencia principal, es sólo eso, una filial; la agencia 33/13 es el distingo de la raza, es la sangre que alimenta a las demás, es lo que está a flor de piel emanando para sus ramas consecuentes.  Sépase, pues, que siempre hay una última función con los mismos actores.  Broken. Pen…Nuevos actores y nuevos ensayos serán requeridos.

  Suéltese o.  Tómela.  Déjela.  O hágala función.  Ensayo. Final.Sépase, pues.  Que. Última. Función es sinónimo de Ensayo. Final. Closed. Broken Pen-. 

   Suéltese o.  Tómela.  Déjela.  O hágala función.  Ensayo. Final.

   Ensayo. Final. Sépase, pues.  Que. Última. Función es sinónimo de Ensayo.

   and..then...Again. O-P/en/ed….