Entre ojos medio cerrados o medio abiertos, los que se arrugan al tiempo del infinito concluso con lesa historias de bueyes, niños yunteros, libertades restringidas. Entre ojos medio cerrados o medio abiertos, los que se arrugan al tiempo del infinito concluso con lesa historias de bueyes, niños yunteros,ipor un eterno que no devuelve sino que estrecha lo que hace ilimitado, primero, y, además regala un corazón de visión expandida, de señuelos respirables, de estelas olfativas, para que, encima, regrese con el llanto de lo que no puede componer por indeterminado, o por regresado al principio de lo que ya era continuo ¿así qué puede florecer?… Y… se elevarán esos ojos, otra vez a través de los altos ventanales, como si fueran centinelas al anochecer encerrando tramas o componiendo esquelas de polvo de estrellas, a saber, sepa usted, que sólo sabe, quien certifica… ¿y luego?, ¿de nuevo?… ¿qué o cómo para qué?… Por eso, habías dicho que no más! Not again!
